REPUJADO ARTESANIA ESTAÑO ANGELES ARTE HISTORIA
Hola gracias por visitar mi página y mostrarle mis gusto y aficiones.Realizo toda clase de Iconos bizantinos, Vírgenes, Santos, Ángeles y Arcángeles, además de bodegones, reproducciones de pinturas,cajas, velas etc. Repujado, técnica de artesanía que consiste en trabajar planchas de metal. MI CORREO E-MAIL: alicia7c@hotmail.com
ARTE REPUJADO HISTORIA ANGELES Y ARCANGELES
miércoles, 8 de febrero de 2012
viernes, 19 de agosto de 2011
viernes, 15 de julio de 2011
APLICACIONES
Con la técnica de repujado realizo Reproducciones de Iconos Bizantinos, Imágenes Religiosas como las de la Virgen de Guadalupe, y otras Imágenes de culto Mariano, Imágenes de Santos, Imágenes de Ángeles, Cruces, Baúles, Cajas , Velas Decorativas, Bodegones.
Realizo cualquier imagen que Ud desee, solo pongase en contacto conmigo.
lunes, 11 de julio de 2011
HISTORIA
Un icono (del griego εἰκών, eikon: ‘imagen’) es una imagen, cuadro o representación; es un signo que sustituye al objeto mediante su significación, representación o por analogía, como en la semiótica. La semiótica se define como el estudio de los signos, su estructura y la relación entre el significante y el concepto de significado
A través de la historia, las religiones han hecho un continuo uso de las imágenes, ya sea bidimensionales o tridimensionales. Algunas (como el hinduismo) poseen una iconografía abundante, mientras que otras (como el islamismo) limitan severamente el uso de representaciones visuales. La función y el grado en que las imágenes son utilizadas o permitidas, y si son empleadas con propósitos ornamentales, instructivos, de inspiración, o bien si se les da el trato de objetos sagrados de veneración o devoción, todo depende de los estatutos, mandamientos y consideraciones de cada religión.
La tradición de la pintura de iconos se desarrolló con gran fuerza en el Imperio bizantino, principalmente en la ciudad de Constantinopla . Después de la caída de Constantinopla ante los turcos en 1453, la tradición pasó a regiones influenciadas previamente por la religión, tales como Rusia, Georgia y Creta
En Rusia los iconos generalmente fueron pintados sobre madera, ya fuese en pequeñas tablas o en grandes paneles. Los iconos son considerados como si fuesen el Evangelio en pintura.
En la tradición popular, a algunos iconos se les atribuyen cualidades milagrosas, como haberse movido, haber hablado, llorado o sangrado, y existen numerosos informes acerca de iconos que exudan un aceite fragante con propiedades curativas. Supuestamente, muchos de los iconos milagrosos no han sido pintados o elaborados, sino que han aparecido en algún objeto natural, paredes, muebles, etc.
Es fácil contemplar un ícono y admirar su belleza pictórica, el conjunto de colores, líneas, el legado artístico. Pero ante un icono es necesario además comprender otros significados, los signos. Los colores por ejemplo:
blanco: refleja la luz, la santidad
oro: simbolo de luz increada (Dios luz)
azul: misericordia, amor de Dios hacia el hombre
rojo: sangre, fuego, amor, sacrificio
negro: tinieblas, infierno, muerte
verde: vida, renovación
Al iconógrafo (pintor de íconos) se le llama "escritor de íconos" porque su obra es como "una página escrita" no con palabras, sino con símbolos, colores e imágenes. La iconografía pues, está organizada y concebida como una anticipada representación simbólica del mundo escatológico.
El icono ha venido a ser el símbolo de las iglesias de tradición bizantina.
La evolución del ícono y la necesidad del metal.
En los primeros tiempos del cristianismo, las imágenes eran consideradas culto pagano. Fue hasta el siglo IV que aparecen en los templos, los primeros cuadros de santos y mártires. En oriente medio aparece el ícono hacia el siglo VII. Con el paso de los años surge una especie de superstición en torno a los íconos, y el emperador León III prohíbe el culto a las imágenes. Este decreto fué nefasto para la conservación del arte, muchas obras fueron destruídas por los iconoclastas, el pueblo se amotinó y desobedeció la prohibición, hubo grandes represalias, se produjeron terribles persecuciones y hubo un gran número de mártires (entre ellos San Juan Damasceno, monasterio de San Sabas, en Judea)
Fue años después (siglo VII), cuando subre el trono la emperatríz Teodora que da por terminadas las luchas y devuelve la paz. El Concilio VII de Nicea permite la veneración de las imagenes y el ícono pasa entonces a ser considerado un testimonio, un medio de expresar la veneración a Dios.
Con el pasar de los años, los íconos se fueron deteriorando y en ocasiones eran reparados mediante retoques de pintura, sin embargo el método no resultaba eficaz. Fué en el siglo X cuando la "Comisión Panrusa de Restauración" decide recubrir con un protector de metal dichas pinturas, dejando entrever únicamente el rostro (en ocasiones también las manos).
Dicha cobertura podía aplicarse en oro, bronce ó plata, y reflejaba una copia de todos los detalles del ícono mismo, convirtiéndose así en una una hermosa de orfebrería.
A través de la historia, las religiones han hecho un continuo uso de las imágenes, ya sea bidimensionales o tridimensionales. Algunas (como el hinduismo) poseen una iconografía abundante, mientras que otras (como el islamismo) limitan severamente el uso de representaciones visuales. La función y el grado en que las imágenes son utilizadas o permitidas, y si son empleadas con propósitos ornamentales, instructivos, de inspiración, o bien si se les da el trato de objetos sagrados de veneración o devoción, todo depende de los estatutos, mandamientos y consideraciones de cada religión.
La tradición de la pintura de iconos se desarrolló con gran fuerza en el Imperio bizantino, principalmente en la ciudad de Constantinopla . Después de la caída de Constantinopla ante los turcos en 1453, la tradición pasó a regiones influenciadas previamente por la religión, tales como Rusia, Georgia y Creta
En Rusia los iconos generalmente fueron pintados sobre madera, ya fuese en pequeñas tablas o en grandes paneles. Los iconos son considerados como si fuesen el Evangelio en pintura.
En la tradición popular, a algunos iconos se les atribuyen cualidades milagrosas, como haberse movido, haber hablado, llorado o sangrado, y existen numerosos informes acerca de iconos que exudan un aceite fragante con propiedades curativas. Supuestamente, muchos de los iconos milagrosos no han sido pintados o elaborados, sino que han aparecido en algún objeto natural, paredes, muebles, etc.
Es fácil contemplar un ícono y admirar su belleza pictórica, el conjunto de colores, líneas, el legado artístico. Pero ante un icono es necesario además comprender otros significados, los signos. Los colores por ejemplo:
blanco: refleja la luz, la santidad
oro: simbolo de luz increada (Dios luz)
azul: misericordia, amor de Dios hacia el hombre
rojo: sangre, fuego, amor, sacrificio
negro: tinieblas, infierno, muerte
verde: vida, renovación
Al iconógrafo (pintor de íconos) se le llama "escritor de íconos" porque su obra es como "una página escrita" no con palabras, sino con símbolos, colores e imágenes. La iconografía pues, está organizada y concebida como una anticipada representación simbólica del mundo escatológico.
El icono ha venido a ser el símbolo de las iglesias de tradición bizantina.
La evolución del ícono y la necesidad del metal.
En los primeros tiempos del cristianismo, las imágenes eran consideradas culto pagano. Fue hasta el siglo IV que aparecen en los templos, los primeros cuadros de santos y mártires. En oriente medio aparece el ícono hacia el siglo VII. Con el paso de los años surge una especie de superstición en torno a los íconos, y el emperador León III prohíbe el culto a las imágenes. Este decreto fué nefasto para la conservación del arte, muchas obras fueron destruídas por los iconoclastas, el pueblo se amotinó y desobedeció la prohibición, hubo grandes represalias, se produjeron terribles persecuciones y hubo un gran número de mártires (entre ellos San Juan Damasceno, monasterio de San Sabas, en Judea)
Fue años después (siglo VII), cuando subre el trono la emperatríz Teodora que da por terminadas las luchas y devuelve la paz. El Concilio VII de Nicea permite la veneración de las imagenes y el ícono pasa entonces a ser considerado un testimonio, un medio de expresar la veneración a Dios.
Con el pasar de los años, los íconos se fueron deteriorando y en ocasiones eran reparados mediante retoques de pintura, sin embargo el método no resultaba eficaz. Fué en el siglo X cuando la "Comisión Panrusa de Restauración" decide recubrir con un protector de metal dichas pinturas, dejando entrever únicamente el rostro (en ocasiones también las manos).
Dicha cobertura podía aplicarse en oro, bronce ó plata, y reflejaba una copia de todos los detalles del ícono mismo, convirtiéndose así en una una hermosa de orfebrería.
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